viernes, 2 de octubre de 2009

La inseguridad de hoy Nona .

La inseguridad Nona es el tema del día. El problema es que no se soluciona, y lo peor, crece a pasos agigantados. ¿Alcanza con aumentar la cantidad de policías en las calles? Me parece que no Nona, solamente nos “aparenta” seguridad, pero no baja el índice de delitos porque se vean más uniformados caminando por la vereda o patrullando las calles. Solamente disminuye “un poco” el miedo. No me parece una medida desacertada la de disponer de más efectivos policiales, solamente cuestiono que se deben desarrollar una serie de medidas, a mayor profundidad y mas precisas.Y con esto me refiero Nona a muchísimas otras cosas, como por ejemplo, la cárcel.

Michel Foucault (Filósofo Francés), plantea la función de las instituciones. Entre ellas se encuentra lo carcelario, como un poder normalizador y correctivo. Nuestro sistema carcelario Nona, ¿realmente normaliza y corrige? Creo que es uno de los puntos número uno a tratar. Porque cuando se habla de inseguridad, se hace referencia al dicho cotidiano “la cárcel crea delincuentes”.

Soy de los que cree que la violencia genera más violencia, y que la solución tan compleja que requiere este tema comienza en la familia.Sin duda Nona que el mayor porcentaje de delitos que ocurren en estos tiempos son cometidos por menores, “chicos” de 13, 14, 15 años (la secuencia continúa) que en lugar de tener un libro en la mano tienen un arma, y que en lugar de estar en la escuela están asaltando un kiosco. Pero estos adolescentes no solamente son ejecutores de un robo, o asesinos, sino que hay algo más. Y que cuesta mucho entender, sobre todo para aquellos que sufrieron el “miedo” de estos chicos en carne propia. Ese algo más es que estos menores, son a la vez víctimas de una vida que perdieron, o mejor dicho, una vida que no vieron. Me refiero a que muchos de estos ya “delincuentes” de baja edad no tuvieron la oportunidad de crecer en condiciones apropiadas, y no crecieron con la educación que brinda una familia.Si Nona, sin educación no hay futuro posible. Sin comida la cabeza no funciona, y si a esto le sumamos el efecto de la droga, todo se multiplica. ¿Qué se hace? Es un problema de primera importancia y de suma complejidad, que no se resuelve de la noche a la mañana. Por esto, en mi opinión se deben realizar políticas a corto, mediano y largo plazo. Porque ¿Cuánto se tarda en educar a una generación de chicos que, además de estudiar son, en la mayoría de los casos, los encargados de llevar a casa la comida para el resto de la familia?Y con esto no estoy liberando y absolviendo de todo cargo a los menores que “salen a matar”. Simplemente creo que hay que tratarlos como personas, cuyas conductas se desviaron por diversos factores que nuestro país tiene que ir corrigiendo con el tiempo. ¿Mientras tanto Nona? Me parece que un centro de menores es lo adecuado. Que sea óptimo al momento de educar, “normalizar y corregir”. El menor que robo, que cometió un delito, no puede dejar de ser “tratado” y en cierto punto “castigado”. No solamente esto, se debe además, singularizar a las personas, porque detrás de cada chico hay (o tendría que haber) una familia, que es la referencia clave a conocer. También evaluar cada caso por separado, porque detrás de cada chico hay una historia distinta.¿Bajar la edad de imputabilidad Nona? No creo que sirva de mucho mientras los sistemas penitenciarios continúen operando como hasta el momento. Reforzar las instituciones, educar es el camino. Es un camino largo y difícil, solamente hay que empezar a construir. Los encargados de darnos seguridad deben estar a la altura de la circunstancia. Y los superiores Nona, deben establecer primacías: Por lo menos en mi caso, no quiero que una persona con un arma, que tiene la obligación de brindar seguridad, tenga un sueldo que no alcance para satisfacer sus necesidades. Porque esta gente esta día a día entregando su vida en las calles, para proteger la nuestra. Y lo que lleva a la corrupción es justamente la necesidad. Necesidad que no tiene que existir ni en un policía, ni en un docente, en fin.Como siempre digo Nona, busco un poco de reflexión y consideración. Dejo en claro que la mano dura no resuelve nada. La solución esta lejos, pero hay que comenzar a transitar ese largo camino. ¿Cómo?, con el día a día, insistiendo a nuestros dirigentes para que hagan lo que tienen que hacer.