jueves, 30 de julio de 2009

Eva de la Argentina.

Al cumplirse 57 años de la desaparición física de Eva Perón, desde la Juventud Organizada Peronista rendimos homenaje a la mujer más importante de la Argentina en el Siglo XX, que marcó un antes y un después en relación a la presencia de la mujer en la Historia nacional.

Sus luchas sociales y políticas, su extrema sensibilidad y su incansable voluntad de transformación hacen de Evita un faro a seguir, un ejemplo de vida. Con el paso de los años no hace más que adquirir mayor trascendencia y respeto.

Evita encarnó, como pocas figuras de la vida pública, lo mejor de la argentinidad. Por ello, sigue siendo venerada por el Pueblo.

Evita no pertenece a los peronistas, es de todos los argentinos. Su legado, más allá de la enorme cantidad de hechos tangibles que dejó, ha pasado definitivamente a la inmortalidad por su pasión y entrega, por su inmenso amor hacia los humildes, por su inquebrantable carácter para avanzar, aún en los peores momento, como aquellos que le tendió la cruel enfermedad que la llevó de este mundo.

Con Evita la dignidad dejó ser una simple palabra del idioma español para transformarse en un realidad concreta, traducida en la formación de una conciencia que le dio sentido a la vida de millones de compatriotas y verdadera trascendencia al concepto de democracia e igualdad, hasta entonces bastardeado por quienes se creían dueños del país.

No son muchos los personajes públicos que luego de tantos años de ausencia concitan el amor de los humildes y el reconocimiento del conjunto de los argentinos.

Evita es un ejemplo a seguir para todos. Para los que bajan los brazos, para los que creen que los sueños son inalcanzables, para los que piensan que las utopías son irrealizables, allí está ella, demostrándonos que cuando hay voluntad, convicción y entrega
no hay barreras ni obstáculos que valgan.