miércoles, 13 de abril de 2011

La justicia rosarina identificó a María, la nieta recuperada 103

GENTILEZA DE DIARIO TIEMPO ARGENTINO

Es la hija de cecilia barral y ricardo klotzman, ambos desaparecidos


Publicado el 7 de Abril de 2011

Por Gimena Fuertes

Nació en cautiverio y la familia que la crió fue obligada a aceptarla a punta de pistola. La mujer se resistía a realizarse los exámenes de ADN, pero finalmente accedió.

Cecilia Beatriz Barral y Ricardo Klotzman militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) cuando el 2 de agosto de 1976 fueron secuestrados en Rosario por un grupo de policías y militares. Cecilia estaba embarazada de nueves meses. Después de 35 años, gracias a la lucha de su familia y de organismos de Derechos Humanos, esa beba que nació en cautiverio, recuperó su verdadera identidad, tras un examen de ADN que se realizó en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Así, esta mujer que se llama María se convirtió en la nieta recuperada número 103.





Si bien hubo resistencia por parte de María y de la familia que la crió para que se realizara el estudio de ADN, a fines del mes pasado se pudo llevar a cabo la extracción de sangre y el martes el Juzgado Federal Nº 4 de Rosario, a cargo de Martín Bailaque, notificó a las partes que hay un 99,9% de probabilidad de parentalidad entre la joven y la pareja secuestrada.

La pareja fue capturada en Rosario por militares del Batallón 121 de Inteligencia y agentes de la policía rosarina, quienes los trasladaron a la llamada Quinta Operacional de Fisherton, ubicada en la calle Calasanz 9100 de Rosario. Allí se presume que Cecilia Barral fue vista con vida hasta el 11 de agosto, según un testimonio de un sobreviviente de ese centro clandestino. Ahora la comprobación de la identidad de María aporta el dato sustancial de que Cecilia fue mantenida con vida hasta el momento del parto. Luego, esa beba fue llevada en un Ford Falcon y entregada con armas largas a la vista a una familia que vivía en calle Amenábar al 3000, en Santa Fe.

“La tuvieron viva y la hicieron parir, esto constituye una prueba más de cuán sistemático fue el plan para apropiarse de niños”, destacó a Tiempo Argentino Ana Oberlin, abogada de Abuelas de Plaza de Mayo en Rosario, quienes son querellantes en la investigación en el fragmento que corresponde a la apropiación de aquella beba.

María lleva el nombre que le puso la familia que la crió, aquella que recibió esa beba a fuerza de pistola y que hizo la denuncia judicial correspondiente ante el entonces juez de menores Luis María Vera Candioti, recientemente procesado por otro caso de supresión de identidad durante la dictadura. Vera Candioti autorizó a hacer la inscripción en el Registro Civil como NN y le adosó el apellido de la familia que la había recibido, “cuando lo que había que hacer era investigar un hecho delictivo”, relató el abogado santafesino Jorge Pedrazza, actual funcionario de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia y quien participó en el inicio de la causa.

La causa comenzó en 2004 y recién ahora María se pudo reencontrar con su hermana, quien fue una de las que nunca perdió las esperanzas de hallarla.

Oberlin, la abogada de Abuelas, se quejó porque “hay jueces que no terminan de entender la urgencia que hay en que este tipo de medidas, como el análisis de ADN, se lleven adelante, porque los familiares que están buscando a los nietos se van muriendo”. “Los jueces tienen que tomar conciencia que no se pueden dilatar estas causas, y mucho menos si son dilaciones producto de las estrategias de las defensas”, reclamó.

Según explicó Oberlin, la causa por el centro clandestino de detención donde estuvieron secuestrados los padres de la joven en Rosario está en etapa de instrucción. Ahora, a partir del conocimiento de la identidad de la joven, se agrega la prueba de un nuevo delito, que es la apropiación de bebés. También se agrega una nueva víctima, María.