Aborto clandestino: un pacto de silencio
Este 28 de septiembre se conmemora desde el año 1990 “el Día internacional de lucha por al despenalización del aborto” en America latina y el Caribe, y es por ello que a través de campañas, intervenciones urbanas, se pretende visibilizar esta problemática en nuestras sociedades.
Algunas cifras:
- 500.000 abortos por año,
- 60.000 hospitalizaciones por complicaciones post aborto
- 100 mujeres que mueren al año por realizar esta práctica en clandestinidad.
- Se estima que las mujeres abortamos dos veces en nuestra vida.
La interrupción voluntaria del embarazo, desde los inicios de la historia de la humanidad y actualmente sigue siendo una práctica que muchas mujeres deciden para no continuar con embarazos no deseados.
El código penal argentino que rige (desde 1922) penaliza a toda mujer que realiza un aborto, criminalizando a la misma.
La clandestinidad, la soledad, la culpa, conduce a miles de mujeres a someterse a una interrupción voluntaria del embarazo de forma insegura, y muchas de ellas mueren, Las que perecen son las mujeres pobres, aquellas que no tienen la posibilidad de realizarse un aborto de forma segura.
Estos “crímenes clasistas”, silenciosos, se practican actualmente en nuestro país y es la principal causa de muerte materna.
Desde el espacio de la juventud peronista de la ciudad de Pergamino, nos manifestamos a favor de la vida, por la vida de miles de mujeres que mueren por abortos clandestinos, por miles de muertes que podría haberse evitado..
Este es un problema de salud pública, es una violación a los derechos humanos tales como la integridad corporal, la autodeterminación, la igualdad y la diversidad.
El derecho de decidir sobre el propio cuerpo, es y debe ser de las mujeres, la libertad de elección es uno de los derechos humanos imprescriptibles e inalienables.
Lo que actualmente hay que debatir no es si, en caso de despenalizar el aborto, las mujeres van a abortar o no. Las mujeres ya abortan a pesar de la prohibición. Lo que hay que discutir son las condiciones en las que las mujeres abortan y podrían abortar. Porque en realidad sólo hay dos posibilidades:
a) Mantener la prohibición legal del aborto
b). Despenalizar su práctica
Estar a favor de la despenalización del aborto no equivale a estar “a favor” del aborto, ni mucho menos promoverlo. Significa simplemente aceptar que la penalización no soluciona el problema del aborto, pues, a pesar de estar prohibido por la ley y condenado religiosamente, miles de mujeres se lo practican. Estar a favor de su despenalización implica solamente plantear que las mujeres que no puedan solucionar de otra manera el problema del embarazo no deseado tengan oportunidad de hacerse un aborto en condiciones que no pongan en riesgo su salud ni su vida.
“Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”
¡Nunca mas abortos clandestinos!
Jesica Gindin
