jueves, 25 de febrero de 2010

Inseguridad en Pergamino, por Cristian Settembrini

Inseguridad en Pergamino:


El intendente es responsable de la prevención del delito, su fracaso genera un daño social pero también privado, las victimas no solo deberían ser compensadas sino también ser asistidas.

El trabajo con las victimas es una asignatura pendiente, no se le brinda atención psicológica ni social, la vivencia de un acto criminal se recuerda de forma vivida y puede causar ansiedad, depresión o angustia.

Los delincuentes actúan con la soltura que les da la impunidad de saber que, el que gobierna nuestra ciudad no ubica en el centro de la discusión política cómo combatirlos. Esto provoca que las victimas terminen cruzándolos en cualquier esquina de Pergamino.

Mientras esta situación injusta se mantenga, la creencia en la justicia resultara imposible, abonando el terreno para que el delincuente de otra jurisdicción considere a esta ciudad como un lugar perfecto para delinquir. Esto por supuesto también nos afecta económicamente, ¿quien va a querer invertir en un lugar donde no está garantizada la mínima seguridad que se necesita para poder desarrollarse?

El intendente desvía la atención para fuera diciendo que es un problema a nivel nacional.

Pergamino es una ciudad chica, no nos podemos comparar con las grandes urbes, donde la población nos supera diez a uno, donde la desigualdad sociocultural es mayor, donde las villas se transforman en verdaderos refugios inexpugnable, donde se encuentran los mayoristas de drogas protegidos por un callejero pero eficaz sistema de seguridad delictiva.

En nuestra ciudad todavía nos conocemos entre vecinos, los nombres de los delincuentes aparecen en cualquier conversación de café. No existen las villas inexpugnables, no existen organizaciones mafiosas; sin embargo tenemos un alto grado de robos, hurtos y asesinatos, esto se debe al desinterés expresado en la política contra la delincuencia que asume el intendente. La pregunta es, ¿Por qué?, lo que si es seguro, es que si el intendente se pondría a la cabeza en el la lucha contra los malvivientes, y la impunidad siguiera, los ciudadanos tendríamos mas claro quien es el culpable de la anarquía vivida en Pergamino.

Los gobernantes no llegan por arte de magia al poder, tenemos el derecho que nos da el voto, (exigirles a quienes nos gobiernan que cumplan con lo prometido en sus costosas propagandas publicitarias), y ellos tienen la obligación de escucharnos. Hace tiempo que los ciudadanos de pergamino venimos pidiendo seguridad y que el intendente mira para otro lado.



Al puesto de lucha que debería ser un cargo político se lo ha transformado en un mero cargo administrativo, de esa manera se libera de los compromisos, no solo sociales sino también políticos, la camiseta que usa es la que el mercado del voto le dice que tiene que usar, y dije mercado porque pareciera que de esa manera considerara la expresión popular, al pasarse de una ideología a otra según su conveniencia. Con esta forma de hacer política no podemos esperar que tenga objetivos firmes para ir contra un problema tan complejo.



Nos han encerrado en una cárcel sin rejas, en nuestra mente siempre esta presente la inseguridad y eso nos hace prisionero de nosotros mismos.

La naturalización de esta manera de vivir es resignarse al sometimiento de nuestros captores.

La democracia tiene las herramientas para combatir a los criminales, esta en los gobernantes, usarlas o no.



CRISTIAN SETTEMBRINI